ARTEFrida Kahlo en el centenario de su nacimiento
Por Concepción Bados Ciria
El Palacio de Bellas Artes, en el corazón de la capital mexicana, acogió los restos mortales de Frida Kahlo en 1954 y allí se le rindió un último homenaje que escandalizó a las buenas conciencias de la época cuando Diego Rivera, su esposo, colocó sobre el féretro de la pintora una bandera comunista. Este magnífico recinto se ha convertido en un esmerado santuario —colas de más de 500 personas se forman a diario— en honor de la pintora mexicana, erigido para conmemorar el centenario de su nacimiento, acaecido el siete de julio de 1907.
Todos los medios de comunicación aztecas han destacado la masiva asistencia a esta exposición antológica que no deja indiferente a ninguno de los heterogéneos visitantes, llegados de las más variadas latitudes y fascinados por la obra y la leyenda de la pintora. Se ha hablado del fervor de las multitudes a una fridomanía globalizada —una ironía descomunal en el caso de una artista tan nacionalista— pero el caso es que quienes hemos tenido la oportunidad de visitar la Ciudad de México el verano pasado, hemos podido corroborar este dato: postales, pegatinas, fotos de todos los tamaños, múltiples objetos de decoración con sus variadas efigies, dan muestra de una fridomanía que se inició allá por los años setenta, auspiciada principalmente por los grupos feministas chicanos, que la convirtieron en un emblema cultural para las mujeres.
La magna exposición de Bellas Artes ha reunido prácticamente toda la obra pictórica de Frida, y allí se pueden contemplar todos sus autorretratos y también cuadros tan admirados como Las dos Fridas o Raíces, que en 2006 fue vendido por 616 mil dólares, convirtiéndose así en la obra de autor latinoamericano más cara de la historia. Pero además, la exposición exhibe la correspondencia de Frida, textos sobre sus ideas políticas, fotografías, dibujos y documentos visuales hasta ahora nunca expuestos al gran público, todo ello con el fin de festejar y recordar a la artista mexicana, considerada un paradigma feminista por su sentido del deber, su compromiso político, su lucha por la supervivencia y su resistencia al sufrimiento.
Otros recintos de la capital azteca como el Museo Dolores Olmedo, el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo y, en especial, el Museo Frida Kahlo (Casa azul) presentan amplias exposiciones en torno a la pintora. Este último, ubicado en Coyoacán, expone una amplia muestra de dibujos, documentos, códices, vestidos, libros, cartas, fotografías, y objetos personales de la pareja formada por Frida Kahlo y Diego Rivera y tiene la particularidad de descubrir aspectos cotidianos de su vida, ya que en esta casa nació, residió y murió la singular artista.
"Su obra es ácida, tierna y dura como el acero. Fina como el ala de una mariposa, amable como una sonrisa y cruel como la amargura de la Vida… Verán yo no creo que ninguna mujer haya plasmado jamás tan angustiosa poesía en un lienzo" Diego Rivera
"Pies para que os quiero , si tengo alas para volar "(Frase de Frida, a quien le fueron amputados los dedos de los pies y una pierna)
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